lunes, 17 de noviembre de 2008

Andrés Ugueruaga

Sueño de un Páramo

Baja un sueño como la brisa sobre la arena
Ese lugar es el sitio inhóspito al cual nadie llega:
Es el final de un suspiro
Los días que ya no son tales.
Sin soles ni lunas un hombre avanza.
En las calles de Comala lo recuerdan
como ese que nada dio, como quien nada tenía
para regar estas tierras.
Dicen que lo recuerdan como ancestro,
como creador de un páramo
En el cual lo único que crece son las sombras,
los silencios, el vacío de una trama por hacer.
Los tiempos, las nostalgias,
Son el mineral que alimenta este espacio,
Son las visiones en las que nada se ve.
Los pasos por un sendero formado de desiertos y sombras.
Sólo él, arena amarilla y el cielo azul.
Son dos mares y un páramo,
Meciéndose entre las sabanas en donde duerme un niño.
En ese sueño hay un libro futuro por leer, hay una postal
Hay una sensación de extender la vista al horizonte.
Esto es un evento futuro
Un recuerdo que no se cansa de serlo.
Unas manos tenían que transcribir una región,
un hombre al borde del camino, donde la vida ya no lo es.
Tenia que hacerlo.
Pero a lo sumo son palabras, a lo sumo descripciones
De un hecho verosímil.
Tanto como lo es un páramo
Un vaso vacío
Un dibujo borroneado por una duda,
Como un sendero desfigurado por el viento.

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